FAMILIA ENVENENADA EN OSORNO: UN CASO QUE CONMOCIONÓ AL PAÍS EN 1988

El Día de la Madre de 1988, la comuna de Osorno vivió un hecho que cambió para siempre la vida de la familia Flores Bórquez.

Herta, quien era la hija mayor de esta humilde familia, recibió de parte de su pololo, Mauricio Cárdenas Negrier, pasteles con arsénico, un químico de alta toxicidad que puede provocar la muerte.

Cárdenas, quien estudiaba arquitectura en la Universidad del Bío-Bío, se los envió de “regalo” con el objetivo de interrumpir su embarazo de su polola.

Sin embargo, paradójicamente solo la madre y hermana de la joven comieron los dulces, quiénes quedaron hospitalizadas por más de cuatro meses y al borde de la muerte.

La madre y la hermana de quien era polola del estudiante, lamentablemente quedaron con graves secuelas, debiendo desplazarse mediante apoyo.

Debido a la conmoción que este caso provocó en el país, Carlos Pinto recreó en un capítulo del  programa Mea Culpa, este hecho. 

CONDENA DE MAURICIO CÁRDENAS 

Fue detenido en noviembre de 1988, y confesó que consiguió el arsénico con fines de estudios necesarios para la universidad.

Tras el proceso de investigación en su contra, lo declararon culpable de los delitos de lesiones graves y aborto frustrado, agravados por el uso de veneno.

Fue condenado en 1993 a 13 años de cárcel, sin embargo, antes de ser notificado, Cárdenas escapó de Chile. Se refugió en su Ecuador natal y comenzó a impartir clases en Quito. Estuvo prófugo más de una década, hasta que fue extraditado en 2006 y recluido en la cárcel El Manzano de Concepción.

En el año 2011 accedió a la medida de reclusión nocturna y hoy se encontraría en libertad.

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