Mientras la Municipalidad de Osorno anunció esta semana con bombos y platillos la adjudicación de una millonaria licitación para la construcción del nuevo acceso norte, denominado “Acceso Pilauco”, la ciudad sigue atrapada en sus propios nudos viales. La promesa de mayor fluidez y conectividad parece ser solo un espejismo para quienes transitan diariamente por las congestionadas calles del centro y los diversos sectores de la ciudad.
La obra, que cuenta con una inversión superior a los 40 mil millones de pesos, tiene como objetivo mejorar el ingreso a la ciudad desde la Ruta 5, beneficiando principalmente a los condominios del sector norte de Osorno, como Praderas de Pilauco y Altos de Pilauco, así como a los ya consolidados loteos de parcelas Lomas de Pilauco y Graneros de Pilauco. Estos sectores contarán con una doble vía moderna para acceder al centro de la ciudad a través del nuevo Puente Freire. Sin embargo, en las calles de Osorno, los principales dolores de cabeza siguen siendo los mismos: los nudos viales en Francke, Rahue y Ovejería, que convierten cada viaje en una prueba de paciencia y resistencia.
¿Y qué hay de los problemas que enfrentan los miles de vecinos que diariamente deben lidiar con largos tacos y retrasos en sus desplazamientos? La respuesta parece clara: no están en la lista de prioridades. La inversión está destinada a obras que benefician, por ahora, al sector Pilauco, mientras los demás sectores de Osorno continuarán atrapados en un laberinto de calles congestionadas y soluciones a largo plazo.
En un contexto donde las obras millonarias parecen diseñadas para mejorar el acceso de ciertos sectores, surge la pregunta: ¿quién realmente se preocupa por los problemas cotidianos de la mayoría de los osorninos? ¿Es que acaso la infraestructura vial solo importa cuando se trata de facilitar el ingreso a las zonas más privilegiadas?
Quizá sea momento de que los habitantes de Osorno reflexionen y cuestionen si las prioridades de la Municipalidad están alineadas con sus necesidades reales. Porque, mientras se construyen nuevos accesos para unos, los nudos que aprietan y ahogan la movilidad de la mayoría siguen igual o peor que antes.
¿Y tú, qué opinas? ¿Crees que las obras de Pilauco realmente mejorarán la vida de todos los osorninos o solo beneficiarán a unos pocos?