La emblemática pileta de la plaza de armas de Osorno, un atractivo turístico que en su apogeo deslumbraba con sus luces y aguas danzantes, se encuentra actualmente en un estado de abandono. Hoy, la pileta solo presenta agua sucia, un triste recordatorio de su pasado glorioso.
El funcionamiento de esta icónica obra fue una promesa de campaña del actual alcalde Jaime Bertin, quien hasta ahora no ha logrado concretar su rehabilitación. La pileta, que alguna vez fue el corazón de la plaza, ha sido testigo de innumerables momentos memorables para ciudadanos y visitantes, quienes no pueden evitar recordar las noches de verano en las que niños y adultos se maravillaban con su espectáculo de luces.
La ciudadanía de Osorno exige que se priorice la restauración de este símbolo turístico, devolviendo a la pileta su esplendor y convirtiéndola nuevamente en un punto de encuentro y disfrute para todos. La comunidad espera que las autoridades tomen acción y cumplan con la promesa de revitalizar este lugar que representa la identidad y cultura de la ciudad.
Es hora de rescatar la pileta danzante y devolverle su lugar como un atractivo turístico esencial en Osorno.