Chile – 15 de diciembre de 2025 - El reciente triunfo en las elecciones presidenciales de José Antonio Kast (Partido Republicano) y la inminente asunción de su esposa, Pía Adriasola Barroilhet, como Primera Dama, marcan un cambio significativo en el rol protocolar y social de la pareja presidencial en Chile, revirtiendo la política implementada por el gobierno saliente de Gabriel Boric.
Durante el mandato del Presidente Boric, su pareja inicial, Irina Karamanos, impulsó la «reformulación» del cargo, considerándolo «anacrónico e indigno de la democracia». Este proceso culminó en octubre de 2022 con la disolución de la figura oficial de la Primera Dama, el cierre de su oficina en La Moneda y el traspaso de sus funciones sociales —incluida la presidencia de fundaciones— a ministerios sectoriales.
Con el presidente electo José Antonio Kast, esta tendencia se revierte. Su esposa, Pía Adriasola, abogada de profesión y madre de nueve hijos, ha expresado su intención de asumir el papel y «restablecer el cargo de primera dama de Chile». Kast había adelantado durante su campaña que la figura de la Primera Dama “no se termina”. La Sra. Adriasola busca inyectar su «vocación social al papel institucional» y ya ha sostenido reuniones para entender las implicancias del rol, incluyendo un encuentro con Cecilia Morel, viuda del expresidente Sebastián Piñera.
El retorno de la figura de la Primera Dama bajo la administración de Kast subraya el contraste ideológico y la restauración de elementos institucionales tradicionales en el traspaso de mando. El debate sobre la relevancia, la naturaleza y la institucionalidad del rol, que estuvo en el centro de la discusión durante el gobierno de Boric, se reabre con la llegada de una nueva administración de corte conservador.