En una reciente sesión del concejo municipal de Osorno, el alcalde, Jaime Bertin, intentó silenciar al concejal Arturo Buschmann.
Durante la reunión, Buschmann presentó antecedentes relacionados con un periodista del Daem, momento en el que Bertin interrumpió, limitando la libertad de expresión del concejal.
Buschmann comentó: «No es posible que un alcalde no pueda, o sea, no corresponde que no pueda dejar plantear un punto vario. Eso se podría considerar censura porque no pude ni siquiera terminar mi punto vario cuando él me interrumpe, acusando que yo estoy haciendo un juicio de valor, pero curiosamente él está haciendo un juicio de valor sobre mí».
El concejal también defendió su derecho a leer una carta recibida, afirmando: «Quiero aclarar que los concejales somos representantes de la gente, somos la voz de las personas. Y la gente nos elige a nosotros para representarlos. Si alguien me manda una carta, yo también tengo el derecho de poder leerla porque soy la investidura de la ciudad».
«En mi labor fiscalizadora, tengo el derecho de solicitar informes y aclaraciones. Si el alcalde no me permite hacerlo, no quiero pensar mal, pero está obstaculizando mi labor fiscalizadora», agregó.
El artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos garantiza el derecho a la libertad de opinión y de expresión, que incluye la libertad de no ser molestado por las propias opiniones y el derecho a investigar, recibir y difundir información y ideas sin limitación de fronteras por cualquier medio.
En una sesión de concejo municipal, los concejales pueden aprobar el presupuesto y el plan de desarrollo comunal, fiscalizar la gestión del alcalde y de las unidades municipales, y aprobar ordenanzas para la regulación de materias como los permisos y tributos locales. También pueden proponer proyectos de acuerdo, recomendar prioridades y fiscalizar el cumplimiento de los planes y programas municipales.