Los dos hombres que fueron formalizados por el delito de torturas cometido entre los años 2018 y 2020 contra un excompañero de trabajo del Hospital Base San José, en Osorno, y que se encontraban en prisión preventiva desde el 5 de septiembre, ahora estarán con arresto domiciliario total.
Según consignó El Austral, fue el viernes en la Sala 3 del Juzgado de Garantía de Osorno cuando se realizó la audiencia de revisión de medidas cautelares respecto de los dos imputados que, al momento de su detención, ejercían cargos de jefe y subjefe del área de Desarrollo de la Unidad de Informática del recinto asistencial público.
La fiscal Ana Díaz explicó que «se debatió en la audiencia la revisión de las medidas cautelares en atención a que uno de los imputados presenta una complicación médica, además de algunos antecedentes nuevos y de diligencias realizadas».
«En virtud de aquello, fue solicitado por ambas defensas particulares y a lo cual nosotros nos adherimos, de modo que se modificarán las cautelares. Vale decir, los cuatro imputados quedan desde hoy (viernes) con las mismas medidas: arresto domiciliario total, arraigo nacional, prohibición de acercarse a la víctima y su familia, así como de comunicarse con ella por cualquier medio o vía telemática», complementó.
De manera adicional, señaló que aún existen varias diligencias pendientes y no descartó solicitar una ampliación del plazo de investigación. «Por la complejidad de este caso en particular, además de la distancia en que se encuentra la víctima (reside fuera de Chile), es probable que sí se solicite una ampliación en su momento», aseveró.