La concejala de la comuna de Osorno, Natali Guissen, solicitó en una sesión del concejo municipal, información sobre la certificación de la persona que trabaja como intérprete de lengua de señas en el Liceo Bicentenario Comercial de Osorno.
En su consulta, Guissen recibió la respuesta de que «esta persona no cuenta con la certificación profesional necesaria para ejercer como intérprete. En lugar de ello, ha tomado cursos que no superan las 20 horas, los cuales son accesibles para cualquier persona y están destinados a niveles básicos de capacitación. Según los decretos ministeriales en educación, para ser intérprete de lengua de señas es indispensable contar con la formación profesional adecuada.
Esta situación plantea serias inquietudes sobre la calidad de la asistencia que reciben los estudiantes con discapacidad, ya que uno de ellos ha estado recibiendo apoyo no profesional durante un año y medio», dijo la colegiada. Esto abre un debate crucial sobre la idoneidad de los profesionales que brindan apoyo a estos estudiantes.