En el sector de Ovejería, comuna de Osorno, históricamente ligada a la actividad industrial debido a las instalaciones del frigorífico local, ha enfrentado diversos problemas a lo largo de los años. En 2015, un gran incendio destruyó parte de las instalaciones de esta industria y que asustó a las personas por el peligro de propagación. En 2017, la misma empresa admitió vertimientos de agua contaminada con sangre hacia el sistema de aguas lluvias público. Esto, sumado al mal olor que por años sufrieron los vecinos del sector y la cercanía de dos parques, Bellavista y Hott, ha generado preocupación en la comunidad.
La existencia en ese lugar de esta industria tendría su responsable y sería el alcalde Jaime Bertin.
Fue el propio gerente de la empresa, Alejandro Advánter, quien recordó la historia en conferencia de prensa, quién dijo, «muchos años atrás conocí a Jaime Bertín, me acuerdo que era Intendente y le preguntaba cómo era volar un avión, porque él volaba en avión como intendente. Después me encontré a don Jaime, a don Jaime como Alcalde.
Y un día nos sentamos a conversar, y yo ya estaba como encargado de Frigorífico Osorno, y Jaime me dice: ‘Alejandro, ¿por qué no pensamos en el futuro de Ovejería, el futuro del Frigorífico? ¿Cómo se imagina usted el futuro del Frigorífico?’.
Y CONSTRUIMOS UN PACTO NO ESCRITO de como hacer de frigorífico Osorno una empresa modelo».
Estas palabras generan interrogantes en la comunidad del vínculo entre la máxima autoridad comunal y las empresas.
El rol de la municipalidad con las empresas es multifacético: otorgar permisos y patentes, fiscalizar el cumplimiento de normativas locales (como aseo y publicidad).
¿Qué te parece estas declaraciones?