OSORNO | DUELO DE PESOS PESADOS: NI BERTIN NI SANTANA QUIEREN ASUMIR LA FINALIZACIÓN DEL CARMELA CARVAJAL

Osorno, abril de 2025 – La emblemática obra del Liceo Carmela Carvajal de Prat, iniciada en marzo de 2020 durante la actual administración del alcalde Jaime Bertin, permanece paralizada y requiere $17 mil millones para su finalización. Con un avance del 70%, el proyecto se ha convertido en el epicentro de un conflicto político entre el alcalde de Osorno y el gobernador regional de Los Lagos, Alejandro Santana, quienes mantienen posturas irreconciliables sobre quién debe asumir el costo de concluir la obra.

A la fecha, no existe una hoja de ruta clara ni una mesa de trabajo conjunta entre ambas autoridades. Por el contrario, los intercambios se han reducido al cruce de cartas y declaraciones públicas, lo que ha generado una creciente frustración en la comunidad local.

Durante la última sesión del Concejo Municipal, Bertin expresó con dureza:

“No sé quién está aconsejando al gobernador, su planteamiento es casi ofensivo para nosotros (…) Recordemos que el próximo año entregamos los establecimientos educacionales al Estado; lo que queremos es ayudar para que el proyecto se cumpla.”

En la vereda opuesta, el gobernador Alejandro Santana cuenta con el respaldo del consejero regional Alexis Casanova, presidente del CORE provincial, quien ha respaldado la postura del Gobierno Regional de que la responsabilidad del financiamiento recae en el municipio.

Mientras tanto, el Concejo Municipal de Osorno ha llamado a tratar el tema con mayor seriedad, exigiendo que se dejen de lado los formalismos epistolares y se sienten ambos líderes en una mesa para buscar soluciones reales y urgentes.

Con 70% del liceo construido y miles de estudiantes a la espera de instalaciones adecuadas, el duelo entre dos de las principales figuras políticas de la región deja a la educación pública como la verdadera víctima de esta disputa.

¿No resulta impresentable que las máximas autoridades regionales y comunales no sean capaces de reunirse cara a cara para destrabar un proyecto de esta envergadura? ¿Puede Osorno darse el lujo de perder más tiempo mientras el cemento y los sueños se enfrían bajo el abandono?

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