Una nueva votación del Concejo Municipal dejó en evidencia una preocupante irregularidad administrativa en el proceso de licitación de un proyecto municipal, luego de que se aprobara —por cinco votos contra tres— una modificación que incrementa en 364 millones de pesos el monto original adjudicado.
El aumento se debió a un error en la formulación inicial de la licitación, donde no se incluyó el Impuesto al Valor Agregado (IVA), lo que obligó al municipio a someter nuevamente la propuesta al Concejo para su aprobación. Esta omisión representa una falla técnica relevante, considerando que se trata de procesos regulados y formalizados por la normativa de compras públicas, donde cada componente del presupuesto debe ser calculado con precisión.
La situación ha generado cuestionamientos sobre el rigor administrativo con que se están gestionando los recursos públicos y la calidad de la revisión técnica previa a la presentación de proyectos de alta envergadura. En esta segunda votación, la mayoría del Concejo respaldó la corrección, pero no sin dejar constancia del malestar por un procedimiento que debió haber sido resuelto correctamente desde un inicio.
Desde la administración municipal se argumentó que el error fue detectado durante la revisión contractual, y que la modificación busca simplemente subsanar una omisión involuntaria. Sin embargo, concejales que votaron en contra manifestaron su preocupación por la falta de prolijidad en la formulación de licitaciones de alto impacto económico, advirtiendo que este tipo de errores pueden afectar la credibilidad institucional y la confianza ciudadana.
Este hecho pone de relieve la importancia de fortalecer los mecanismos de control interno y la necesidad de una mayor responsabilidad técnica en la presentación de propuestas que comprometen fondos públicos. No se trata de un mero trámite, sino de decisiones que implican cientos de millones de pesos y que deben ser ejecutadas con el más alto estándar de transparencia y profesionalismo.